Algunos encuentros dejan una huella imborrable.
Diego no puede creer que su novia lo plante en el altar sin explicación. Tras varios días de borrachera se va a Menorca a lamerse las heridas. Su hermano Javier y su amigo Sergio no lo dejan solo. No quiere nada con las mujeres. Para él cuanto más lejos, mejor. Hasta que ella se acercó.