¿Quién iba a decir que las jaulas y los monstruos me liberarían? Al crecer en el infierno de casas rodantes, el carnaval era mi único recuerdo feliz de niña. Me aferré a la magia de ese recuerdo hasta que finalmente pude escapar. Y como Alicia en la madriguera del conejo, entré en un mundo más allá de mis sueños más salvajes. Un mundo con un exterior brillante y colorido, pero lleno de podredumbre y corrupción por debajo. Pero no importa lo que esta gente me haga pasar, no puedo volver a mi vida anterior. El hombre con el mayor secreto es el único en quien puedo confiar.
