Poco podía imaginarme aquella mañana que una nueva paciente sería quien daría un giro a mi vida.
Clara entró con fuerza en mi consulta, haciendo la petición más sorprendente que me habían hecho nunca.
Una simple cena, su alegría y ese coraje que llevaba por bandera bastaron para cautivarme.
Mi nombre es Aleksi, Alexis para Clara, y esta es mi historia; una en la que no faltan las risas ni los momentos más disparatados que puedas imaginar, como tampoco faltan amor y pasión, esos que van de la mano y nos llevan a un ¿felices para siempre?
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