JUEGO SIN NOMBRE - NORA ROBERTS

Johanna era una mujer de éxito que no entregaba fácilmente su confianza, y aún menos a un hombre que vivía expuesto a la opinión pública y con una legión de admiradoras que lo perseguían. Así pues, ¿por qué no dejaba de pensar en Sam Weaver?
Sam se las ingeniaba para traspasar todas sus barreras defensivas y atraerla a sus brazos; era amable, encantador y ansiaba desesperadamente ganar aquel juego… cuyo nombre era «amor».
 

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