Una nigromante y un vampiro entran en un cementerio… y si te estás preguntando cómo termina esta broma, eso nos convierte en dos.
Soy Seraphina Mason, la única nigromante residente de Búfalo. Mientras que otras personas tienen horarios normales de sueño haciendo cosas humanas normales, yo paso mis noches conjurando espíritus, resucitando a los muertos y, a veces, un poco de eliminación de poltergeist, si lo necesitas.
Pero ni siquiera soy la criatura nocturna más peligrosa que acecha en los cementerios.
Ahí es donde entra el vampiro Nathaniel Caligari, toda una devastadora belleza eterna y un encanto inquietante, listo para arruinar mi vida. Preferiría que le clavaran una estaca de madera en el pecho antes que pedirme ayuda, pero aquí estamos. Resulta que el chupasangre tiene algo de corazón después de todo porque está desesperado, temiendo que su hijo desaparecido esté muerto.
Ninguno de los dos está emocionado con esto, pero realmente me vendría bien el cheque de pago. Así que, tendremos que dejar de lado nuestros pequeños insultos y trabajar juntos antes de que esta ciudad entierre a su hijo.
Si no nos matamos el uno al otro primero.
Una nigromante y un vampiro entran en un cementerio… y supongo que el romance es el remate. ¿Qué tal eso para un giro de la trama?
Parece que he hecho nuevos enemigos.
Mi hermana Ellie y yo no nos hablamos, alguien está tratando de clavar una estaca en el pecho de Nate (lo que es mi problema ahora, porque me gusta mucho su corazón frío y muerto) y nuestra última amenaza está dejando cuerpos descompuestos en los escalones de las iglesias de la ciudad.
Entonces, quiero decir, es tu pesadilla paranormal básica. Excepto que esta vez se siente extrañamente personal.
Mientras los vampiros de Buffalo convergen en la mansión Caligari para el baile más grande en medio siglo y peligrosas fuerzas externas se acercan, Nate y yo descubrimos que nuestro futuro podría ser aún más extraño que el presente.
Si esta noche no es la última.
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