Encontrarme a mi marido en la cama con otra mujer no era la forma en que pensaba empezar el día.
O sin hogar al minuto siguiente. Y arruinada.
Así que cuando me llega un trabajo del Hotel Twilight, un hotel paranormal en el centro de Manhattan que sirve de santuario y residencia, lo acepto.
El propietario del restaurante, Valen, tatuado, sexy como el pecado y gruñón, no soporta el drama ni a las mujeres que exigen mucho. ¿Cuál es el problema? Es cruel y peligroso.
Y oculta algo.
Surgen rumores de un oscuro hechizo que significaría el cierre del hotel, y no sé en quién puedo confiar. ¿Tengo lo que hace falta para luchar contra este nuevo mal? Ya lo veremos. Empieza el juego.
Prepárense. Va a ser un viaje lleno de sobresaltos.
Después de lidiar con Grietas y demonios, pensé que tendría unos días libres. Pero me equivoqué.
Los huéspedes evitan el Hotel Twilight como si fuera la peste tras la invasión de un pequeño demonio. Para evitar la ruina financiera del hotel, la dirección decide organizar una Semana del Casino para volver a poner las cosas en marcha. Suena muy bien. Solo hay un problema. La gente de nuestra comunidad paranormal aparece muerta.
Y lo que es peor, los paranormales están actuando como locos, como locos de luna llena, y los vampiros y los metamorfos están comiendo bocadillos humanos.
Pronto me encuentro de nuevo metida hasta el cuello en un lío, y las cosas entre Valen, el sexy hombre bestia, y yo son aún más desconcertantes que nunca. Me ha dejado de lado. Y no sé por qué.
Así que cuando un nuevo enemigo revuelve las cosas en Nueva York, me toca a mí ajustar cuentas.
Y estoy preparada para ello.
Acabar en la cárcel no era como esperaba pasar el resto de la noche. No. Me había imaginado un mambo horizontal con cierto gigante súper sexy.
En lugar de eso, me encuentro atrapada en una celda de diez por diez, hambrienta y con serias ganas de mear cada hora, con la única compañía de las frías paredes de piedra y alguna que otra cucaracha. Estoy atrapada en las entrañas del edificio del Consejo Gris. Y no sé si alguna vez podré salir.
Así que cuando Darius -también conocido como el imbécil de pelo plateado del Consejo Gris- me hace una visita y me ofrece la opción de pudrirme en mi celda para siempre o aceptar un trabajo para él, lo acepto sin dudarlo.
A cambio de mi libertad, me envían a encontrar una joya, la Joya del Sol. Suena bastante simple. ¿A que sí? Pues no.
Para colmo de males, alguien me vigila desde las sombras, haciendo que todas mis banderas de alarma ondeen como en una tormenta. No estoy recibiendo ninguna vibración paranormal. Ni vampiros, metamorfos, hadas, nada. Ni siquiera brujas. Pero sé que esta persona son malas noticias.
Como si eso no fuera suficientemente malo, si no encuentro la joya a tiempo, podría perderlo todo…
Después de que Shay y yo nos mudáramos a casa de Valen, pensé que por fin podría tomarme un merecido descanso de la locura de esta ciudad y pasar un buen tiempo de calidad —desnuda— con mi gigante.
Pero cuando alguien encuentra un cadáver demacrado en el restaurante de Valen, sé que nunca tendré un respiro. Y la cosa empeora.
Aparecen más cuerpos y un investigador del Consejo Gris empieza a husmear en el Hotel Twilight y en el restaurante de Valen. Las pruebas apuntan a mi gigante, pero si Valen es declarado culpable de estos asesinatos, recibirá un pasaje directo a la prisión paranormal, sin retorno. Y nunca volveré a verlo. Jamás. No voy a permitir que eso suceda.
Entonces ocurre lo impensable. Mientras intento limpiar el nombre de Valen, alguien que quiero resulta herido por un viejo enemigo y las cosas empeoran.
A medida que las pistas empiezan a encajar, me doy cuenta de que debo derrotar a este viejo némesis para mantener a salvo a mis seres queridos... y encontrar al verdadero asesino.
La vampiresa Freida ha descubierto a Shay.
Qué maravilla. Parece que no hay descanso para los malvados, como suele decirse. ¿Acaso soy malvada? Sólo un poco.
Al ser una bruja de Luz Estelar, he tenido mi buena ración de luchas. Seamos realistas, ser bruja ya es bastante duro, pero si a eso le sumamos el hecho de tener una hermanita, las cosas empeoran.
Shay tiene el poder del Sol en su interior, y todo el mundo quiere quedarse con una parte, incluida la malvada vampiresa Freida. Quiere utilizar a mi hermana para sus propios fines nefastos, y no permitiré que eso suceda por nada del mundo.
Para empeorar las cosas, mi pasado ha vuelto para atormentarme. Mi amiga la giganta, Catelyn, aún me culpa de la muerte de sus padres, y quiere vengarse de mí. Algo que ni siquiera mi magia estelar puede remediar. Tengo que proteger a Shay y mantenerla a salvo de Freida mientras esquivo los puños gigantes y las miradas heladas de Catelyn.
Así que tengo que proteger a Shay de Freida e intentar convencer a Catelyn de que no soy la villana que cree que soy. Fácil, ¿verdad? ¡Para nada! Porque cuando mezclas magia, vampiros y viejos rencores, las cosas tienden a complicarse un poco.
Pero no todo es malo. Tengo algunos trucos bajo la manga y unos cuantos amigos mágicos que me cubren las espaldas, incluido mi novio gigante y sexy, Valen.
Y nunca retrocedo ante un desafío. Nunca.
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