1# RUTHLESS BLOOD
Se supone que un esclavo debe ser un sirviente agradecido y dispuesto, y una fuente constante para su Señor Vampiro.
Yo no estoy dispuesta y desprecio estar en su presencia.
Los días se han confundido desde que él forzó su sangre en mi garganta.
Se supone que esto es ilegal en la sociedad, pero las leyes no se aplican al Rey Vampiro. No importa cuánto luche contra él y me niegue a doblegarme a su voluntad a pesar de que su sangre corre por mis venas: eso sólo hace que me desee más.
Al parecer, soy una anomalía. Nadie ha rechazado nunca la llamada de la sangre de un vampiro.
Intento mantener viva la esperanza de que alguien intervenga y corrija los errores de mi injusticia... Pero nadie lo hace.
No hay nada que pueda hacer para escapar de esta miseria.
Me hacen desfilar delante de los Señores del Rey en un banquete, ofreciéndome libremente como fuente a quien quiera probarla.
Hasta que los Señores Vampiros de tierras lejanas amenazan con una guerra por mi liberación del cautiverio. Aunque debería temerles, me siento atraída por ellos.
Encienden la chispa de la esperanza dentro de mi alma que creía extinguida desde hace tiempo.
Tal vez mi vida no sea siempre así.
Tal vez encuentre mi libertad.
Nadie me hará inclinarme ante él de nuevo.
Durante años, un pequeño núcleo de esperanza por mi libertad fue todo lo que me mantuvo con vida mientras estaba encarcelada por el brutal emperador Thaician, Malakai. Ahora, aquellos que desean devolverme a él amenazan todo aquello por lo que he luchado tan desesperadamente.
Sin embargo, esta vez es diferente, porque me han subestimado. Ahora tengo mucho más que esperanza en mi arsenal, y no soy la misma mujer que era bajo su gobierno.
Pero, ¿será suficiente para volver a los tres señores vampiros que hicieron arder mi corazón?
Antes, simplemente esperaba la libertad. Ahora, sé que hay mucho más esperándome más allá de estos grilletes: mi nuevo hogar, amistades, amor y, lo más importante, una oportunidad de cambiar el mundo para mejor.
Y estoy dispuesta a luchar por todo ello, sin descanso.
Esclava. Dhamphyr. Emperatriz.
Cada uno es un título que se me ha impuesto, pero hay otro que reclamaré voluntariamente para mí: Verdugo de Malakai.
Pensó que podría doblegarme... convertirme en su obediente mascota, pero todo lo que ha hecho es añadir a la lista de razones por las que lo encontraré y luego lo mataré.
Por supuesto, no es tan simple, y he hecho muchas promesas que tengo que mantener.
Traer a tantos de nuestros soldados a casa con sus familias como sea posible.
Liberar a los ciudadanos del imperio de Malakai de su opresión.
Unir dos imperios bajo los mantos de la libertad y la igualdad.
¿Bastará mi amor despiadado para acabar con esto de una vez por todas, siendo fiel a esas promesas?
Tiene que serlo.
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