Bree Dwyer es una omega de la manada Olympus, cuando un loco comienza a perseguirla, un sexy guepardo, Alex Deveraux, la ayudará. Deben encontrar no solo a la persona que persigue a Bree, si no librarla de su compañero predestinado. Será Alex lo bastante fuerte para salvar a Bree, y será ella lo bastante fuerte para convertirse en la omega principal.
La regla de oro de las aventuras superficiales es no encariñarse, ¿verdad? Pues Havana Ramos la rompió. Gran error. Hay algo en Tate Devereaux que la atrae. Asertivo, convincente y seguro de sí mismo, el cambiaformas gato Alpha empuja cada uno de sus mejores botones. Como muy, muy duro. Habiendo escuchado una conversación esclarecedora, sabe que él no le dará más que una aventura, algo que, para ser justos, le había dicho con mucha anticipación. Si no quiere que su corazón se lastime, es hora de acabar con lo poco que tienen. No es como si le importara ni nada. Excepto... que resulta que sí. El recién nombrado Alpha Tate Devereaux nunca se molesta cuando las mujeres se van. No puede culparlas exactamente, dado el hábito de su desconfiado gato de retirarse de las relaciones. Pero cuando la solitaria cambiaformas Havana termina su aventura, todo dentro de Tate se rebela contra ello, incluido su gato. Incluso mientras ella y Tate trabajan juntos para aplastar la amenaza que se cierne sobre ella, Havana lo mantiene a distancia. Pero si cree que puede terminar su aventura sin una explicación real y que simplemente se quitará el sombrero y se marchará, se ha olvidado de una cosa muy importante: no hay nada fácil en deshacerse de un Alpha.
Aspen Montgomery tenía nueve años cuando se hizo amiga de Camden Priest, un niño con ojos muertos y oscuros impulsos. Desde ese día, habían sido inseparables. No había esperado desarrollar más tarde un gran enamoramiento por él. O esperaba que el enamoramiento no pasara. O alguna vez pensó que llegaría a desear que algún día pudiera reclamarlo como su compañero. Nunca va a suceder. Lo sabe. Para él, es una amiga, nada más. Así que es hora de hacer algunos cambios para establecer mejores límites. Lo cual sería mucho más fácil si él no peleara con ella. Solo hay una persona en el mundo que a Camden Priest no le importaba una mierda: Aspen. Es su mejor amiga, su ancla, su conciencia, la razón por la que está cuerdo. Solo hay un secreto que alguna vez le ocultó... quiere más que una amistad. Sabiendo que ella no siente lo mismo, ahogó su necesidad por ella. Pero cuando un imbécil afirma ser el verdadero compañero de Aspen y el peligro comienza a acecharla, el control de Camden se vuelve precario y se cruzan las líneas platónicas. Sabe lo que debe hacer: dejarlo en una aventura de una noche para proteger su amistad. Simplemente no está tan seguro de poder hacerlo.
Blair Kendrick tenía solo doce años cuando miró a unos ojos azul pizarra y sintió que su mundo estaba a punto de cambiar. Sabía hasta los huesos que el cambiaformas gato alfa melancólico era su verdadero compañero. Durante los últimos seis años, Luke la ha cuidado y apoyado. Cuando cumpla diecinueve años dentro de unos meses, la reclamará oficialmente y se unirá a su manada. O ese es el plan. Sabiendo que sus padres se oponen extremadamente a eso, no se sorprende cuando su madre intenta descarrilarlo. Pero el descubrimiento reciente en su porche es un shock, lo que obliga a Blair a enfrentarse a que se ha convertido en el foco de atención de un depredador que acecha en la oscuridad y ahora tiene la intención de acercarse a ella. Ni siquiera el más despiadado de los hombres carece de debilidad. Luke Devereaux solo tiene una: un feroz y letal perro salvaje que también es su compañera. Antes de Blair, su mente era un lugar de oscuridad infinita. Le dio propósito, paz y equilibrio. Finalmente se acerca el momento en que puede hacerla suya, y ha terminado de jugar bien con sus padres entrometidos. Pero resulta que son el menor de sus problemas, porque Luke no es el único que ha estado observando y esperando que Blair crezca. Hay otro que cree que tiene un derecho sobre ella. Alguien que hasta ahora se ha mantenido en las sombras. Alguien que está resultando difícil de desenmascarar. Alguien que ya ha demostrado que hará cualquier cosa para poseerla. Incluso matar.
Se ha dicho que Bailey Bryant vive con el dedo corazón en alto. Puede estar de acuerdo con eso. Pero hay una cosa en la que no se muestra despreocupada: su implacable atracción por su compañero ejecutor Deke Hammond. Amplio, entintado y toscamente masculino, el cambiaformas gato pallas podría atraer una piedra. Actualmente también está plagado de ansia de contacto y mucho más irritable que de costumbre. Así que probablemente debería dejar de molestarlo por diversión, él ya la desprecia. O eso cree ella... hasta que una de sus disputas habituales desemboca en un beso explosivo y un intercambio de verdades. Esa unión de labios crea un problema importante: ahora quiere más. Y parece que solo hay una solución para ello: tendrá que besarlo de nuevo. Deke es un hombre de lógica. No le gusta lo que no entiende. Y no puede explicar por qué Bailey lo enoja como nadie más. Constantemente burlándose y provocándolo, la serpiente cambiaformas lo vuelve loco. A diario. A propósito. No se toma nada en serio, incluido él. Sin embargo, a menudo ha estado cerca de embelesar su boca. Cuando el ansia de contacto lo llama, pierde la fuerza y la voluntad para luchar contra su atracción por ella. Cuanto más tiempo pasa con Bailey, más se da cuenta de que ha hecho muchas suposiciones incorrectas sobre ella. Hay mucho que él no sabe. Mucho que admirar y respetar. Mucho de lo que realmente le gusta. Le gusta mucho, de hecho. Y parece que solo hay una opción: tendrá que quedarse con ella.
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