Oliver Graeme no está entusiasmado por tener a una estudiante americana mientras trata de trabajar, pero le debe un favor al padre de ella, y además, su oficina es un desorden de investigación no catalogada. Necesita ayuda. Sin embargo, decide calmarse la frustración mientras visita a un colega en Londres, y termina pasando la noche más sexy y dulce de su vida con una extraña, que desaparece por la mañana sin dejar rastro.... Para sorpresa de Zandy cuando llega a la casa del profesor Graeme un día después, la puerta no la abre un viejo erudito quisquilloso, sino el hombre salvaje y apasionado que conoció en Londres.
Frío y reservado de día, Oliver es encarecidamente goloso con ella por la noche, y no pasará mucho tiempo antes de que Zandy se enamore de las dos versiones de él: el profesor distante y el amante generoso y rudo. El problema es que el verano no dura mucho, y Zandy ya tiene un billete de avión esperando para llevarla a casa...
La mayor Detective Cat Day tiene una regla firme y rápida sobre las citas: nada de policías. Viven intensamente y mueren jóvenes, una verdad que ha enfrentado todos los días desde la trágica muerte de su prometido hace varios años. Pero cuando el novato Jace Sutton aparece para trabajar en la misma investigación de robo, siente un deseo que no ha sentido en años. Jace sabe lo que quiere en el momento en que la detective Day entra en su escena del crimen con tacones y una falda de lápiz hecha a medida por el Dios mismo. Él quiere descongelar a la legendaria Reina de Hielo, y sólo hace falta una noche caliente y sucia para que Jace se dé cuenta de que quiere más. Mucho, mucho más. Pero un más es lo último que Cat quiere de cualquier policía, especialmente de un playboy novato como Jace. A medida de que la investigación de robo se calienta y él se pone en peligro repetidamente, Cat debe preguntarse si Jace será tan imprudente con su corazón como lo es él con su vida.
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