Hallan el cadáver torturado del director de una sucursal bancaria en el cajero de la misma, es el décimo en cuatro años. El comisario Simón Ramos decide pedir ayuda externa para atrapar al asesino.
El exinspector de homicidios Hugo Moretti, ciego tras el trágico desenlace de un caso, se incorporará de nuevo, esta vez en calidad de asesor. La agente novata Esther Gallardo será sus ojos y su perro lazarillo, ella cuenta con una habilidad especial, es capaz de retener todo lo que ve, oye, huele y siente al más mínimo detalle, y recordarlo con exactitud de por vida. Juntos tratarán de encontrar y detener a los homicidas más peligrosos del país.
Malleus malleficarum, El martillo de los brujos fue un libro escrito por dos monjes dominicos alemanes en 1487 y usado en toda Europa en los siglos XVI y XVII para cazar brujas por parte de la Inquisición. También es el libro que sirve de guía al asesino en serie que ha comenzado a matar en una localidad del norte de Madrid, preparando unos rituales de lo más macabros.
El exinspector de homicidios Hugo Moretti, que quedó ciego durante un caso en el pasado, y su perro lazarillo: la agente Esther Gallardo, una novata con memoria eidética, tendrán que descubrir y frenar a un despiadado asesino que está firmemente convencido de que su labor es imprescindible para salvar a la Humanidad.
Tras el caso del Destripador, todas las miradas se posan en la extraña pareja de investigadores-asesores, tanto las de comisario y el ministerio, como de la prensa, especialmente en la figura de Damián Guerrero, un presentador de un programa televisivo de sucesos que no dudará en husmear y frenar la investigación para su propio beneficio.
¿Lograrán Moretti y Gallardo detener al asesino antes de que termine sus rituales?
El comisario Simón Ramos tiene una corazonada, ocho casos diferentes que podrían ser uno solo. Ocho víctimas sin relación entre ellas, sujetos anónimos sin enemigos, ocho personas cualesquiera asesinadas sin motivo y muy cerca de sus lugares de trabajo por ocho homicidas diferentes y con armas que no coinciden.
El asesor externo Hugo Moretti y la oficial de Homicidios Esther Gallardo investigan las posibilidades de que el comisario esté en lo cierto mientras se ocupan también de otros casos que no son del gusto e importancia del exinspector ciego. La relación entre la extraña pareja sigue su evolución mientras son testigos de la locura de crímenes que se extiende por la ciudad de Madrid, en la que parece que uno o dos asesinos en serie estén jugando una partida macabra. Una telaraña de homicidios perfectamente elaborada para desesperación de la Policía.
Administrativos, veterinarios, clérigos y directores de sucursales bancarias son las víctimas de forma aleatoria, o quizás no tan casual, porque cada uno de ellos tiene un rol en el juego y los jugadores están sometidos a las normas del organizador. Todo minuciosamente estudiado como la confección de una tela de araña.
Vuelven Moretti y Gallardo en el caso más complicado de sus vidas.
El candidato con más opciones para ganar las próximas elecciones a la presidencia del Gobierno es asesinado en un clandestino local de prostitución para millonarios. Cuando el exinspector Hugo Moretti y la oficial Esther Gallardo llegan al lugar del crimen, se topan con agentes del CNI que les impiden hacer su trabajo.
Días más tarde muere en idénticas circunstancias un importante empresario. Desde el ministerio del Interior hacen todo lo posible por impedir una investigación policial, dejando el caso en manos del CNI, pero este organismo solo parece trabajar para ocultar lo sucedido y atar los cabos sueltos que suponen las empleadas del lugar.
Moretti y Gallardo comienzan a investigar en sus ratos libres, a pesar de no contar con el apoyo de forense y científica ni de poder acceder a las escenas de los crímenes. Pronto serán suspendidos y apartados por la fuerza, teniendo que trabajar y vivir al margen de la ley, del sistema.
Los crímenes se van sucediendo sin parar y los dos investigadores, tampoco el CNI, saben cómo frenar al asesino.
El primer caso fantasma en la carrera de la oficial Esther Gallardo. ¿Logrará resolverlo?
El resto de profesores pasan a ser posibles futuras víctimas en una carrera frenética por descubrir quién está cometiendo esos crímenes y por qué. ¿Un antiguo profesor? ¿Un alumno compañero de la chica? ¿Un compañero de la comisaría?
No solo ha surgido el peligro para los profesores, también lo acusa la pareja de investigadores, ya que todo apunta a que serán los próximos objetivos, o quizás sus familias. El asesino es hábil, conoce los procedimientos y se mantiene al margen de ser descubierto.
Por si todo eso no fuese ya una pesadilla para la pareja, Gallardo se ve participando en una serie de pruebas mortales para demostrar al asesino que es merecedora de su puesto en la brigada de Homicidios. ¿Logrará ella su objetivo? ¿Saldrá con vida del caso y salvará a sus seres queridos?
No hay peor pecado capital que la envidia.
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