Aina era una mujer diferente a las demás.
Ella no era la esposa de nadie.
Ella era una guerrera. El mejor de todos.
Y como tal… la más deseada.
Aina podía tener al hombre que quisiera.
Hasta que Eonar la tomó.
Eonar tampoco era un hombre corriente.
Era un bárbaro, un conquistador.
Y un líder. Determinado y sin piedad.
Y se había obsesionado con ella…
… como todos los demás.
Venció en combate a sus pretendientes.
Y a ella.
Y ahora era suya.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario