VOLVERÉ A POR MI HIJO - ERINA ALCALÁ

Olga Díaz, era una chica gaditana. De pequeña, siempre quiso ser médica, y fue una niña tan estudiosa que hasta los padres tenían que animarla a salir. Ni de adolescente salía. Tenía un hermano mayor que trabajaba con su padre en los astilleros, acabó la ingeniería y su madre era la madre más maravillosa del mundo. Al terminar medicina, consiguió una beca para estudiar en Harvard un máster de dos años, con todo pagado y un sueldo para vivir. Allí conoció a su mejor amiga, una mejicana llamada Sarita. Que fue como su hermana. A Olga le gustaba la oncología y la investigación. A Sarita la cardiología. También conoció a su primer amor, Jim, un chico de Houston, Texas. Sarita a su amigo Kevin, del mismo sitio también. Ellos ya terminaban ese año y al irse al finalizar ese curso maravilloso que pasó con ellos, Olga, quedó embarazada, de su hijo Jim Collins como su padre. Sarita la ayuda y al final tuvieron que separarse porque a Sarita la contrataron en un hospital importante de Nueva York ya ella en Houston, el más importante de oncología para investigar. Cuando vio en las revistas a Jim, el padre de su hijo, supo que era un niño rico, con una empresa petrolífera y un rancho enorme que tenían sus padres y que llevaba su hermano Lucas, tres años mayor que él. Salía en las revistas con mujeres y ella lo dejó correr, no quería un hombre así para su hijo, pero, su madre enfermó e iban aprobar en Houston una alternativa y no tuvo más remedio que pedirle un favor, que se quedara siete meses con su hijo. Así se enteró de que iba a tener un hijo, cuando iba a comprometerse con Amanda. Pero fue su hermano Lucas el que se hizo cargo en el rancho de su hijo y todo cambió en la vida de Olga… 
 

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