MI NAPOLEÓN Y SUS BUENAS PARTES - GARCÍA DE SAURA

¿Qué puede pasar si en tu familia, durante generaciones, se ha odiado a los franceses, y tú acabas metiendo a uno en casa?
Siempre había sido la oveja negra, pero juro que mi inscripción al intercambio con alguien de Francia fue fruto de un simple error de cálculo.
Aunque el mayor desafío no fue tener que enfrentarme a lo que había hecho, sino tener que tragarlo a él, a Mattew, un parisino arrogante que me declaró la guerra nada más llegar.
¡No sabía con quién se había metido!
Me entregué a la batalla dispuesta a darle una buena lección. Nada de lo que haría le haría alzarse con la victoria, por muy detallista, apuesto, elegante, atractivo o endiabladamente sexy que fuese el muy condenado. Yo ni siquiera creía en eso del amor, así que estaba a salvo.
O no…
Mi Napoleón y sus buenas partes (nueva versión de "Aquí le echamos muchos huevos... a la tortilla").
 

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