EL ARCA DE SCHINDLER - THOMAS KENEALLY

Oskar Schindler era un industrial alemán católico y estaba muy bien relacionado con la jerarquía nazi. Además, era un mujeriego empedernido y un gran bebedor.
¿Quien iba a pensar que tras esa apariencia frívola y bohemia se escondía un hombre que no dudaría en arriesgar su piel para salvar a más de mil judíos durante la Segunda Guerra Mundial?
Año 1939. 
El ejército alemán invade Polonia. Tras él se precipita una nube de aventureros dispuestos a sacar partido de esa empresa de aniquilación. Entre ellos Oskar Schindler: Un industrial célebre por su afición a las mujeres, la buena vida y muy hábil para atraerse los favores de los nazis influyentes. Pronto está al frente de una fábrica de productos esmaltados que funciona en Cracovia mediante el trabajo gratuito de obreros judíos. Pero a partir de ese momento, Oskar Schindler se convierte en una posibilidad de sobrevivir para las víctimas del nazismo. Con su fortuna, Schindler convierte esa mezcla de campo de concentración y fábrica en un lugar de esperanza para los judíos, gastando sumas inmensas para sobornar a la SS y obtener comida y remedios para los prisioneros. Más adelante logrará trasladar a muchos judíos a un lugar seguro en Checoslovaquia, en momentos en que el Reich envía a 60.000 prisioneros por día a los hornos de Aschwitz. Figurar en la lista de Schindler significará por lo menos la esperanza de un futuro para un judío prisionero.


ADAPTACIÓN AL CINE

 

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