Sandra Rivas, una chica de Cádiz, era decoradora. Cuando sus padres y su abuela murieron, se cambió a Dallas, Texas. Siempre quise ir a vivir a Estados Unidos. Y allí se fue con el dinero de sus abuelos y la venta de las dos casas. Encontró trabajo en una empresa de construcción y decoración de las más importantes de la ciudad, a las tres semanas de llegar con 23 años. Tuvo suerte ya los 29 era una decoradora experta y de prestigio. Su ayudante vivía al lado, era gaya y tenía novio, Cris. Eran hermanos para ella. Trevor era hijo de un ranchero, que la terminar Administración de empresas en la universidad de Dallas, no quiso llevar el rancho y montó con su amigo y socio a los 23 años una empresa de exportación e importación de vinos, con tanta suerte que a los 26 años eran ricos. Trevor pensaba comprarse una casa que vio en una urbanización de las afueras y así fue como se conocieron Trevor y Sandra, aunque este le llevaba tres años. Ella también quería una casa. Tuvo una noche de sexo con Trevor y fueron vecinos, estaba entre Ben y Trevor. A Sandra, le gustó mucho Trevor, pero Trevor, se consideró muy joven para atarse tan pronto por más que le gustara Sandra y quedaron como vecinos. Pero el trabajo de Sandra la llevó cinco años a Las Vegas, Nevada. Y se llevó con ella en su vientre al hijo de Trevor. Allí conoció a Izan. Se casó con él y tuvo otra hija, Marina. Y volvieron. Pero la vida fue cruel con Izan y ella se quedó sola, con dos hijos y su vecino y padre de su otro hijo que supo enseguida que era suyo… Y lo quería. ¿Pero qué harían?
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