SERIE LA HERMANDAD DE LAS FEAS - EVA BENAVIDEZ

1# UNA FEA ENCANTADORA

Lady Clara Thompson está en su última temporada social y es considerada una fea en toda regla. Resignada a ser un florero en cada velada ya punto de convertirse en una soltera, solo desea cumplir el sueño que acaricia desde niña: Ser escritora.
Cuando en un baile conoce a un caballero apuesto, Clara queda obnubilada por él; aunque pronto su arrogante personalidad la desencanta. Pero al descubrir su intención de comprometerla en matrimonio, luchará por conservar su libertad.
Marcus Bennet, a sus treinta años y como segundo hijo del Marqués de Somert, está acos-tumbrado a vivir una existencia libre y sin presiones. Su único propósito es el disfrute de los placeres carnales y los beneficios que le da llevar una vida desenfrenada. Lo que le ha válido ganarse el apodo «Caballero Negro».
Cuando Marcus se convierte, inesperadamente, en el Conde de Lancaster, debe enfrentarse a un importante obstáculo: perder su reciente posición y riqueza, o aceptar casarse con una mujer a la que no desea. Sin embargo, no siempre se pueden manejar las riendas del destino y, cuando menos lo esperas, este puede deshacer hasta el plan más elaborado.
Juntos se sumergirán en una guerra de voluntades, en la que intentarán salvar su soltería.
Sin percatarse, perderán la batalla del amor y el botín será sus corazones.
2# UNA FEA EMPEDERNIDA

Lady Abigail Thompson transita su tercera temporada en sociedad y tiene muy bien ganado su puesto de florero social, y no solo eso, ostenta con orgullo su lugar en el grupo de las demasiado feas, sitio que eligió por propia voluntad, a pesar de que su aspecto real está muy alejado de ser feo.
Los hombres son para ella estúpidos, banales, egoístas y egocéntricos, y por ello, está decidida a llevar una vida de tranquila soledad, empedernida en mantener su soltería.
Hasta que un demonio disfrazado de ángel, y la personificación de lo que detesta en un caballero, se interpone en su camino, desbaratando sus planos.
Lord Colin Bennet, Conde de Vander, ostenta un estatus social, origen aristocrático y un aspecto que han logrado que todos sus deseos se cumplan solo con un chasquido. Tras una década de placeres consumados, su reputación de mujeriego le ha valido para ser llamado «Ángel Negro».
Con treinta años, y el peso de ser el primogénito, no tarda en recibir un ultimátum de su padre: debe casarse en el plazo de tres meses o el marqués elegirá la candidata por él.
Nada dispuesto a que elijan alguna joven sosa y aburrida a la que debería aguantar por el resto de sus días, Colin se enfrenta ante su primer obstáculo y también ante el primer desafío de su vida: una dama casi solterona, que ha despertado su interés con sus constantes desplantes, que ocultan un secreto tras una fachada desarreglada y que ha despertado su depredador interior, demasiado tiempo dormido.
La cacería comienza, y él ya tiene escogida su presa, a pesar de que sea una fea empedernida.

3# UNA FEA ESPLENDOROSA

Como hijo segundo de un laird escocés, Alexander MacFire vive sus días rodeado de diversión, placeres y naturaleza… hasta que su vida toma un giro inesperado cuando una carta proveniente de la hermana Inglaterra llega a su clan. Tres años después, con sus modales y descaro camuflados tras ropa elegante y a la medida, el nuevo duque de Fisherton intenta, sin mucho éxito, encajar en la estirada nobleza inglesa. Además de ir de juerga con sus nuevas amistades, Alex está empeñado en hacer sentir orgullosos a sus difuntos padres. Para eso debe cumplir con su primera obligación como par del reino: asegurar su legado. Sin embargo, no está dispuesto a escoger una esposa de entre las remilgadas debutantes, a menos que la candidata sea la única dama que no se espanta ante su tamaño y salvajismo, quien logra encender en él un fuego inaplacable. Pertenecer al grupo de las “demasiado feas” supone más de un problema para Brianna Colleman, que solo ha mirado desde su asiento de florero las temporadas pasar. Cuando una mala inversión de su padre los deja prácticamente en la ruina, Brianna se convierte en la esperanza para su familia. Aunque ella no cree que ningún caballero pase por alto su poco atractivo físico, sus evidentes defectos, su procedencia apenas aristocrática y su carencia de dote, el barón está decidido a encontrarle un buen esposo, además de rico. No es que su corazón le pertenezca a alguien, podría decir que ningún joven llama su atención. Hasta que un día se topa en su camino un highlander perdido en la ciudad. Él es el hombre más pecaminosamente atractivo que jamás vio y, cómo no, el candidato imposible. Él, intrépido; ella, recatada. Él, escocés; ella, inglesa. Él, un duque; ella, casi una plebeya. Él, más que hermoso; ella, demasiado fea. Él, cazador; ella, la presa. En una sociedad repleta de protocolos, a veces se debe transgredir algunas reglas. Libertad no es hacer lo que se desea, sino hacer por amor hasta lo que no se espera.

4# UNA FEA ENSOÑADORA

Lord Maxwell Grayson es un hombre acostumbrado a una existencia como par del reino monótona y rígida. Es dueño de sus decisiones, emociones y voluntad. Aspira a poco más que llevar una vida solitaria y tranquila, ya su tiempo, como conde de Luxe, casarse con alguna joven sumisa y callada para así asegurar su legado en las siguientes generaciones.
Hasta que se cruza en su camino una mujer que representa todo lo opuesto a sus aspiraciones, gustos y elecciones, y también la encarnación de sus más íntimas fantasías prohibidas.
Lady Mary Anne Russell nació en una cuna de oro. Desde pequeña solo obtuvo riquezas y privilegios, además del cariño de un padre devoto. Tiene encanto, simpatía y bondad, aunque tal vez no cuente con la virtud más sobrevalorada: la belleza.
Pero su cuento de princesa se torna gris cuando, al hacer su debut en la cruel sociedad londinense, es tachada de demasiado fea y relegada al puesto de florero.
Tres temporadas después, se ha resignado a ser una soltera que terminará casada con algún señor anciano, y vivirá infeliz sin ver su sueño de amor realizado, pues en su corazón solo hay lugar para un caballero que para nada la corresponde.
Sin embargo, el destino siempre tiene sus propios planos, y ambos se encontrarán frente a una fuerte encrucijada.

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