SERIE GREYCOURT - ELIZABETH HOYT

1# NO ES LA QUERIDA DEL DUQUE

Dreya de Moray es muchas cosas: miembro de la orden secreta de las Mujeres Eruditas, hija de una nobleza deshonrada y acompañante que vive bajo un nombre falso. Lo que no es, es ser indulgente. Por eso, cuando el Duque de Harlowe, el hombre que destruyó a su hermano y provocó la caída de su familia, aparece en la fiesta de la casa de campo a la que asiste, hace lo que cualquier mujer sabia haría: empieza a planear su venganza.
Christopher Renshaw, el duque de Harlowe, está siendo chantajeado. Con la intención de mantener sus secretos a salvo, acepta asistir a una fiesta en una casa donde pondrá fin a esta coacción de una vez por todas. Hasta que reconoce a Freya, disfrazada entre los asistentes a la fiesta, y se da cuenta de que sus problemas no han hecho más que empezar. Freya conoce todos sus pecados, pecados que él preferiría olvidar. Pero también es ardiente, atrevida y sensual, una tentación a la que él no puede resistirse. Cuando
queda claro que Freya está en grave peligro, él lo arriesgará todo para mantenerla a salvo. Pero primero, Harlowe tendrá que ganarse la confianza de Freya por todos los medios

2# CUANDO UN GRANUJA ENCUENTRA A SU IGUAL

El ambicioso, astuto y letalmente inteligente, Gideon Hawthorne se ha pasado la vida intentando escapar de los bajos fondos. Durante los últimos diez años, ha trabajado para el Duque de Windemere, realizando las tareas más peligrosas sin rechistar. Ahora Gideon está listo para dejar el servicio del duque y trabajar únicamente para sí mismo. Pero Windermere quiere que Gideon realice una última tarea, y su recompensa es imposible de resistir: La mano de Messalina Greycourt en matrimonio.
La ingeniosa y vivaz Messalina Greycourt puede elegir entre varios pretendientes. Cuando Windermere convoca a Messalina para informar a su sobrina de que debe casarse con el señor Hawthorne, ella se horroriza. Pero se sorprende cuando Gideon le ofrece un compromiso: mientras ella actúe como una esposa complaciente, él promete dejarla en paz hasta que ella pida su toque. Como Messalina está segura de que nunca le pedirá nada a Gideon, acepta de buen grado. Sin embargo, cuanto más tiempo pasa con Gideon, más difícil le resulta mantenerse alejada.

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