1# LA PERTURBACIÓN
Hay secretos que es mejor que no se desvelen nunca…
Nadie se ha adentrado tanto en el espacio como los cuatro astronautas de la nave Shepherd-1. El objetivo de su misión: ser testigos de la creación del cosmos. Utilizando el Sol como lente, deben alinear una bandada de sondas de tal modo que el Big Bang resulte visible.
Para Christine, la astrónoma del grupo, es un sueño hecho realidad. Sin embargo, su decepción es mayúscula cuando las primeras imágenes que captan aparecen oscurecidas por una especie de velo que impide su visión. No obstante, trabaja sin descanso para hallar una solución aunque, cuando por fin lo consigue, se topa con algo que hubiera preferido no descubrir jamás.
2# LA RESPUESTA
La Shepherd-1 se dirige a la estrella más próxima al Sol. A mitad de su travesía, la tripulación consigue —gracias a la tecnología de lentes gravitacionales— captar imágenes nítidas del origen del universo, y obtener así la respuesta a cómo surgió el cosmos y si Dios tuvo o no algo que ver en ello.
Pero cuando informan a la Tierra, la comunicación por radio se interrumpe de pronto, a pesar de que la nave, en principio, no sufre ningún tipo de problema. ¿Se trata de un sabotaje o acaso los tres astronautas se han visto abrumados por la respuesta que la ciencia y la religión llevan milenios buscando?
La única persona capaz de averiguarlo es Benjamin. El antiguo integrante de la tripulación, que ahora vive en la Tierra, envía su conciencia a la Shepherd-1 y se la encuentra vacía. Sus amigos parecen haber huido. Está solo, a 1,5 años luz del Sol, y sin modo de volver. Aunque, de repente, Benjamin se da cuenta de que, al final, no es el único ser vivo a bordo…
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