La vida de las sevillanas Carmen Reina, Lola Benjumea y Martina Arenas, cambió en el momento que salieron de la Universidad de Sevilla y, trabajaron dos años en restaurantes distintos. Habían hecho cocina y protocolo. Y en cuanto ahorraron un poco de dinero de esos dos años, pusieron rumbo a San Francisco para montar una cafetería de estilo español. Allí conocieron a tres trillizos, a todos los bomberos, gracias al padre de ellos mismos que era su vecino. Joe, el trillizo que nació en primer lugar era un mujeriego, le gustaban muchas las chicas, era guapo, era alto, tenía el pelo moreno algo largo y rizado y unos ojos azules matadores.
Y en cuanto vio a Carmen, quedó prendado de esa pequeña española, amiga y vecina de su padre. Y pasó con ella siete meses maravillosos, hasta que tuvo un accidente y perdió parte de la memoria, entre ella a Carmen y sus meses de amor con ella. ¿Volvería a recobrarlos o seguiría con su vida de rollitos de una noche con las mujeres que eran su prototipo? ¿Lo esperaría Carmen o seguiría con su vida?...La vida de las sevillanas Carmen Reina, Lola Benjumea y Martina Arenas, cambió en el momento que salieron de la Universidad de Sevilla y, trabajaron dos años en restaurantes distintos. Habían hecho cocina y protocolo. Y en cuanto ahorraron un poco de dinero de esos dos años, pusieron rumbo a San Francisco para montar una cafetería de estilo español. Allí conocieron a tres trillizos, todos los bomberos, gracias al padre de ellos mismos, que era su vecino. David el trillizo que nació en segundo lugar era un chico honesto y legal con las chicas, no era como el mujeriego de su hermano Joe, era guapo, era alto, tenía el pelo moreno y rizado y unos ojos azules matadores. Y en cuanto vio a Lola, supo que esa pequeña española, amiga y vecina de su padre iba a ser la mujer de su vida. Y pasó con ella once años maravillosos, con algún fastidio por parte de la primera novia de David, Marguerite, hasta que tuvo aquel fatídico accidente y la vida de Lola cambió para siempre…
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