Cuando la madre de Phoebe regresa de Grecia con un nuevo marido y se muda con ella a una isla en el Egeo, los planes de Phoebe para su último año de secundaria y la temporada de atletismo son historia antigua. Ahora debe asistir a la academia súper exclusiva, donde la admisión depende del pedigrí, es decir, la ascendencia de Zeus, Hera y otros dioses griegos. Así es, son reales, no un mito, y sus descendientes adolescentes son como los héroes clásicos: superinteligentes y superhermosos con algunos superpoderes. ¡Y ahora están en su equipo de atletismo! Armada solo con sus Nikes y la voluntad de ganar, Phoebe corre para encontrar su lugar entre los dioses.
La nueva hermanastra de Phoebe es una arpía un poco malvada. Parece que vive para hacerle la vida difícil a Phoebe. Pero, ¿eso es todo lo que hay en Stella? Por supuesto que no. (Después de todo, cada villano es el héroe de su propia historia).
Phoebe se está preparando para su primera cita de San Valentín con Griffin (con un poco de ayuda de Nicole) y las cosas nunca salen del todo bien cuando hay magia hematheos involucrada.
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