Después de una aventura con una de sus compañeras de trabajo, los superiores de Tiziano Macchi han decidido trasladarlo a una sucursal en el país vecino, España. En lo personal, el cambio es bienvenido, ya que lo ayuda a poner distancia con su ex tras un divorcio complicado.
Nadia, por su parte, es candidata a un puesto de recepcionista en la misma oficina de la ciudad condal. Una chica de aspecto peculiar debido a su vitiligo, dotada con una mentalidad abierta que deja boquiabierto a todo aquel que la conoce.
¿O estaba ya orquestado de antemano que llegaran el uno al otro por el capricho de un destino amañado?
Tiziano y Nadia son fuego, atracción en estado puro, química elevada al más alto exponente. La mujer libre y sin prejuicios, la locada pelirroja, está cómoda con el francés y emprende una faceta desconocida de sí misma, mucho más sincera. Tiziano ha superado su infidelidad, deja atrás los sentimientos de culpa y se siente preparado para la nueva relación. Liberados al fin de miedos absurdos, los titubeos y las dudas quedan atrás. Han decidido entregarse a su romance. En su entorno más íntimo, sin embargo, hay quién tiene algo que decir. Mentiras antiguas orbitan a su alrededor levantando muros. El pasado interrumpe con fuerza en el presente decidido a condenar su futuro.
Pecados cometidos hace más de veinte años por otras personas tendrán que ser redimidos por Tiziano y Nadia. En este caso, son las víctimas las que acarrean con las consecuencias de actos ajenos.
Todo confluye hasta un incierto final que amenaza con arrasar con su realidad. ¿Opciones? ¿Rendirse a la evidencia?
Quizás es posible tender una trampa al destino.
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