Eli Strong salió del ejército y todo lo que quería era mejorar. Nunca esperó que el oficial con el que vivía tuviera una hija que pusiera a prueba su honor.
Maggie Drummond ha sido trasladada de lugar más veces de las que puede contar y comenzar en una nueva escuela secundaria apesta. Pero cuando un infante de marina herido llega a vivir con ella y su padre, de repente Maggie descubre qué es el hogar.
Ella es una fruta prohibida y él intenta no probarla... Pero el deseo sólo puede negarse durante un tiempo. Las circunstancias los vuelven a unir y sucede algo verdaderamente imprevisto. De la noche a la mañana, Eli se convierte en tutor y Maggie en su pupila.
¿Eli mantendrá sus manos alejadas de Maggie? ¿Le gustará a Maggie si a él no le gusta? ¿Los dos violarán la ley porque se siente tan bien? ¡Sólo hay una forma de averiguarlo!
Advertencia: ¡Este libro te hará sentir dolor de la mejor manera posible! Es tan dulce que da asco y, aun así, no podemos parar. Es una historia sobre la mayoría de edad que es justo lo que ordenó el autor. ¡Así que come y disfruta!
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