Olive siempre tiene mala suerte: en su carrera, en el amor, en… bueno, en todo. Su hermana gemela Ami, por el contrario, es probablemente la persona más afortunada del mundo. Su lindo encuentro con su prometido es algo sacado de una comedia romántica (gag) y ella logró financiar toda su boda ganando una serie de concursos en Internet (doble gag). Lo peor de todo es que está obligando a Olive a pasar el día con su enemigo jurado, Ethan, quien resulta ser el padrino.
Olive se prepara para superar las 24 horas del infierno nupcial antes de poder regresar a su cómoda y desafortunada vida.
Dejando a un lado su odio mutuo en aras de unas vacaciones gratis, Olive y Ethan se dirigen al paraíso, decididos a evitarse a toda costa. Pero cuando Olive se encuentra con su futuro jefe, la pequeña mentira piadosa que le dice de repente corre el riesgo de volverse mucho más grande. Ella y Ethan ahora tienen que fingir que son unos recién casados cariñosos, y su suerte parece peor que nunca. Pero lo extraño es que a ella no le importa fingir. De hecho, se siente algo... afortunada.
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