1# ELIGIENDO AL DEMONIO
La vida era un infierno bajo los Elfos Oscuros.
Y entonces llegaron los demonios.
Y de alguna manera se puso aún peor.
Asaltaron nuestro pueblo en una feroz batalla mágica, mataron a los Elfos Oscuros y se llevaron a los humanos.
No pude hacer nada cuando se llevaron a mi hermana.
Entonces el líder de los invasores fijó su mirada en mí.
Un monstruo tan cruel y tan perfecto que mirarlo era llorar de tristeza y deseo.
Me hizo un trato. Me ayudaría a encontrar a mi hermana y sacarla del Infierno. A cambio, él obtendría... a mí.
Haré lo que sea necesario.
Le daré lo que quiera.
Ningún precio es demasiado alto.
Ni siquiera mi corazón.
2# AMANDO AL DEMONIO
Como mujer humana en Protheka, sabía que siempre sería propiedad de alguien.
Pero los demonios me enseñaron que podía ser incluso menos.
Los demonios de Ti’ilth que me poseen hacen que mis antiguos amos elfos oscuros parezcan gentiles.
Para los demonios, soy un objeto. No para ser comprado o vendido, sino que vale menos que eso.
Me entregan libremente. Y el príncipe Rej’thorek me toma con avidez.
Casi me rompe desde el principio.
Pero sólo de la mejor manera.
Me lleva al borde del abismo hasta que le suplico que me haga pedazos.
Me convierto en el centro de su atención, y eso hace que caiga sobre mí una ira desafortunada.
Pero él es de la realeza. Y nadie dañará lo que es suyo.
Y eso es lo que soy.
Su propiedad. Su mujer. Su amor.
Suya.
3# SOMETERSE AL DEMONIO
En mi mundo, el amor es un lujo.
Vivir en el espantoso mundo de Protheka es malo.
Pero después de ser robada de él, pensé que mi vida había terminado.
A los demonios les encanta matar y torturar.
Eso es lo que pensé que me esperaba.
Pero Kha’zeth me muestra que no es así.
Él tiene una mano firme y un corazón gentil.
Y puede calmarme y hacerme arder a la vez.
Pero cuando sus secretos cuidadosamente guardados salen a la luz, huyo de su casa.
No puedo soportar que me vuelva a romper el corazón. En el pasado elegí a hombres equivocados que me hicieron daño.
Esta vez podría matarme.
Sólo Kha’zeth no se dará por vencido conmigo.
No le dará a ningún otro demonio la oportunidad de tomarme.
No me dejará ir.
Porque él nunca dejará que nada ni nadie lastime a su mujer.
Y lo más importante.
Lastimar a su hijo nonato.
4# ABRAZANDO AL DEMONIO
Ella adora a sus dioses.
Pero ningún dios puede protegerla de mí.
Soy el demonio Volikan.
Aguerrido y cruel, mi furia berserker es temida en todos los planos de la existencia.
Y, sin embargo, mi rey me arranca del campo de batalla para jugar a las casitas con una mujer humana de la mitad de mi tamaño.
Estoy embelesado por su belleza.
Mi cuerpo se siente atraído por ella como nunca lo ha estado en los incontables eones que he vivido.
No sé por qué.
Es pequeña.
Es ruidosa.
Y no me tiene miedo.
No sucumbiré a sus encantos femeninos.
No me dejaré influir para aparearme con ella y cambiar mis espadas de fuego por baberos de bebé.
Entonces, ¿por qué lo único en lo que puedo pensar es en la suavidad de sus ojos?
Su olor. Su tacto.
¿Y cuánto deseo que seamos una familia?
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